miércoles, 22 de septiembre de 2010

Cada camino es el camino verdadero




El cine europeo es complejo. Habitualmente al oír hablar de cine español, francés o italiano la gente da un paso hacia atrás y no se atreve a ver una película que suele prometer poco o nada. Y hay que decir, que la mayoría de las veces la reacción está justificada. Pero de cuando en cuando salen a la luz películas que son bastante elaboradas y algunas otras que son verdaderas obras de arte. Hoy vamos a destripar una película alemana llamada Las vidas posibles de Mr. Nobody.

Un día escuché a una amiga decir que nuestra vida está marcada por las decisiones que NO tomamos. Nuestra existencia está condicionada por las cosas que NO nos ocurren. Las circunstancias de nuestra vida derivan de lo que NO elegimos. Todo se resume a lo que NO fue. Esa misma amiga me recomendó esta película. Por ello, esta entrada va dedicada a ella. Gracias, Isa.

"Cuando aún no hemos nacido lo sabemos todo. Todo lo que va a ocurrir. Cuando te llega el turno, Los Ángeles del Olvido te ponen un dedo en la boca. Te deja una marca en el labio de arriba. Significa que lo has olvidado todo"  ¿Hay forma más bonita de describir la pequeña hendidura que tenemos en el labio superior? Yo diría que es imposible mejorarlo. Para mí, es el atractivo principal de la película: una impresionante LABIA Y VERBORREA.

La parte más bella de la película es la que muestra el amor adolescente. Esa etapa de la vida en la que todo es tan perfecto. Pero todo es contado con el VOLUMEN adecuado. No excede en cursilería, pero tampoco en frialdad. Muestra la ternura y la ILUSIÓN como la sentiría cualquier adolescente. Si has sido o eres adolescente enamorado deberías identificarte con esta pareja.

La peor ruptura es la obligada. La separación que debe ocurrir por las buenas o por las malas. Y en la peli, como en la vida real, el peor momento suele venir cuando todo es perfecto.

¿Nos importa la forma? ¿Nos importa el contenido? Da igual. La obra destaca en las dos vertientes. Sientes la pureza del blanco en los ojos de Jared Leto y en la luminosidad de los planos. El sol de sus calles brilla más que el sol que yo conozco. La calidad gráfica de la película es muy alta, el reparto borda la actuación a pesar de no ser tan mundialmente conocidos; aún más meritorio si cabe.

Había visto algo de Jared Leto anteriormente pero aquí me sorprendió especialmente y me encantó. Debido a la trama de la película, está caracterizado de maneras diferentes, como padre de familia, como rico, como mendigo... pero logra transmitir la sensación adecuada a cada momento. Interpreta bien que quiere a sus hijos y a su esposa, también cuando está cómodo con su riqueza o que está harto de ser un mendigo y esperar.

La banda sonora es destacable. Son canciones de toda la vida ya que cuando las oyes te suenan todas un poco. Y eso la hace muy familiar y amena. Le da un punto de cercanía y diversión.

No puedo decir nada más. Lo siguiente ahora es verla así que, partid raudos y no perdáis más tiempo. Como nos muestran en la película: “A veces, para encontrar la felicidad, sólo es necesario salir corriendo”.


domingo, 19 de septiembre de 2010

¿Confías en mí? Diamante en bruto




"Todo empieza en una noche oscura, en la que un hombre oscuro aguarda con un propósito oscuro" ¿Se puede empezar mejor una película? Hoy toca una entrada especial sobre Disney: Aladdín.

Puedo decir que es mi película Disney favorita (junto al Rey León). No puedo evitar repetir y usar continuamente frases de esta película. Por la calle tarareo las canciones inconscientemente. Hago los mismos movimientos que hace El Genio. Ya no se pulen diamantes como éste. El cine de animación de Pixar está muy bien, pero si tenemos obras de arte como ésta, los nuevos proyectos Disney no tienen nada que hacer. Que se aparten a un lado y dejen paso que llega el gran Alí. En mi opinión, la esencia original de Disney reside aquí. Vamos a ello.

La obra está llena de frases míticas, la banda sonora es ESPECTACULAR y los personajes son perfectos. Todo esto aderezado por la ambientación en la ciudad de Agrabah la cual no puede ser más exótica e interesante. El gran éxito de la obra es culpa del diseño y actitud de los personajes. Como casi siempre suele ocurrir, necesitamos historias emocionantes, buena música, calidad en la escena... pero ante todo no podemos prescindir de grandes protagonistas.

La princesa es Jasmine. Sin ninguna duda la princesa Disney más carismática de todas. Tiene una personalidad fuerte y es atrevida en la escena. Ya lo sé. Son dibujos. Pero en el fondo son actores y actrices.

Aladdín es una rata callejera. Quizá por eso lo admiro tanto. Como ya dije en Kill Bill, la empatía mueve mi mundo, y así debería ser para todos. La compasión murió hace tiempo. Pero Aladdín consigue salir adelante. Nada puede con él. Aunque a veces necesite decir: "Gracias por salvarme, Abú". Pero para eso están los amigos.

Solamente con estas dos obras de arte no habría sido suficiente. Necesitamos al tercer protagonista de la película. El que cierra el círculo y completa el triángulo. El eje sobre el que gira toda la historia. Estamos hablando de El Genio. Cuando eligieron a Robin Williams para que doblara al genio le otorgaron "carta blanca" para que dijera lo que le viniese en gana. El mayor acierto de la historia. Él diseñó en gran parte las frases que El Genio improvisa a todas horas. Él es el culpable de que yo las repita hoy día. El Genio es divertido, simpático hasta cuando se enfada, sabio, enormemente único y azul. No se puede pedir más.

El villano es más malvado de lo normal. Hay un momento en la película en el que casi triunfa. Me asusta y le temo porque, alguien que se puede transformar en serpiente me repugna. Jafar es muy malo. Es de mis villanos preferidos.
Pues todo esto es Aladdín. Una película impresionante. Cuando van volando juntos sobre la alfombra te enamoras. O te enamoras de Aladdín o de Jasmine, o bien del paisaje o de la alfombra. Me da igual. Todo vale. Algo te tiene que gustar de la peli, está pensada así. Con el tiempo recuerdas a Rajá(el tigre), recuerdas La Cueva de las Maravillas, la lámpara, a Yago, a los guardias... siempre te quedas con algo.
Hola Aladdín. Bienvenido a mi show. Puedo llamarte Al, o quizá prefieres Dín... o Rin Tin Tin.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Un vestido blanco teñido de rojo





En la capilla de El paso, Texas, se organizaban los preparativos de una boda. ¿Una boda? No. Era una masacre.

Kill Bill (Vol. 2) comienza con una escena antológica. Para grabar en la retina de la historia del cine. Es una escena en blanco y negro. ¡Qué gran recurso! Usar estos dos colores significa más de lo que podemos asimilar. Aún más en medio de una boda, con Beatrix vestida de BLANCO y Bill vestido de NEGRO. Después de ver la escena, suspiras y oteas el horizonte. Es épico.

Tarantino quería hacer un juego de palabras. Evidentemente el primer sentido en el título es Kill Bill (Matar a Bill). Pero podemos entresacar un resumen de la película con otra interpretación de las palabras. Kill Bill como "Saldar cuentas". Al fin y al cabo, la obra trata de eso. De cuentas pendientes entre Beatrix y el mundo.

En esta segunda parte Beatrix relaja su katana, pero no deja de matar. Saca su lado más humano; muestra su amor por su hija. Aunque eso la hace más peligrosa. Quiere ir a por Bill cuanto antes pero debe seguir un orden. Para eso lleva una "Lista de Muerte". Al final de la lista está lo importante, obviamente. Cada vez que Beatrix saca su cuaderno y tacha un nombre pienso: "Venga, un poquito más, ya queda menos". Una y otra vez deseamos que culmine el trabajo, que cumpla el objetivo y para ello no debe dejar ningún cabo suelto. Y es de agradecer que en la película cierren el círculo perfectamente.

Me encanta Uma Thurman. Creo que este será el papel de su vida. Ojalá me equivoque y haga otro todavía mejor, pero pienso que éste es insuperable. Demasiado tiempo en pantalla y ni un fallo, no flaquea ni por un instante. Ríe, grita, llora y se calla cuando le toca. Siempre en el momento oportuno. Sus frases son memorables; sus miradas silenciosas... ETERNAS. Ni más ni menos. Impecable.

En esta película nos encontramos también con Bill. David Carradine es Bill, tiene pinta de llamarse Bill y actúa como lo haría Bill. Por lo tanto es el idóneo para el puesto. No es viejo, es mayor (y por consiguiente sabio). La diferencia es la experiencia. Nadie ha matado más que él, nadie tiene más sangre fría que Bill. Puedes ver la crueldad en los ojos de Carradine. El actor es sereno, imponente, elegante y tiene muy poco de humano. Sólo está interpretando un papel, pero lo hace demasiado bien y puedes llegar a creértelo.

Como anécdota para acabar, voy a comentar una curiosidad. El personaje de Beatrix fue una creación conjunta de Quentin Tarantino y Uma Thurman. Quizás sea el secreto del éxito de la interpretación. Uma es Beatrix y Beatrix es Uma. No hay nadie que conozca más a Beatrix que su propia creadora. Por si esto fuera poco, Uma rodó parte de la película embarazada.

Anhelo el triunfo de Uma, de Beatrix y de una madre. A fin de cuentas, la actriz recoge las tres esencias en un mismo cuerpo.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Un verdadero "accidente"



Dice la gente que el director de moda se llama M. Night Shyamalan. Dicen que es aire fresco, ideas fulgurantes y profundidad de conceptos. Tal vez demasiado profundo incluso para mí, que ya es bastante. Los asiduos opinan que su cine es la PANACEA. El que no lo entiende es considerado demasiado superficial. Pues yo no consigo entrar en el "Club Shyamalan". No atrae mi atención y dudo que lo haga. Ojalá algún día entienda por qué es tan aclamado. Voy a hacer un pequeño repaso sobre las obras más importantes del director indio, y, al final, me centraré en El incidente.

Obviamente El sexto sentido fue su primer gran éxito. Gran obra sin duda. Todos sabemos de qué hablamos. A partir de aquí, todo cuesta abajo y sin frenos.

El bosque no me pareció interesante. Conozco a gente que dice que hay que saber entenderla. Pues bien. Yo debo ser tonto o algo así, porque no pude. No me pareció buena en ningún aspecto. Ni me ilusionó, ni me asustó, ni me intrigó ni mucho menos me emocionó. Juro que lo intenté, hice un esfuerzo y todo para que me gustara, pero nada.

La joven del agua es otra de sus llamadas "grandes obras". Me dejó indeferente. Un poco mejor que El bosque, la verdad. Pero aún así, nada de nada. Un ligero misterio en el guión, y un aura de ocultismo, poco más. Esta película la alquilé en el videoclub. ¡¡¡Me vi los extras del DVD incluso!!! La opinión del director, actores, guionistas, cómo se rodó... Pero una vez más no pude sentir nada. Cero emociones.

Vamos al meollo, a la coronación de Shyamalan. Al verdadero "incidente". Esta película es demasiado aburrida. El incidente llega tarde y mojado. Lo mejor de la película es el tráiler. Y eso es grave. Una historia sin fudamento y sin sentido. ¿Plantas asesinas? Si hay plantas asesinas que maten con dientes o tentáculos venenosos, pero no con un ridículo gas susurrado. Películas de autodefensa de La Tierra y del fin del mundo hay demasiadas, y si hacemos una, la hacemos bien. El final en los Campos Elíseos roza el patetismo.

En el reparto encontramos como protagonista masculino a Mark Wahlberg. Es el señor cara de madera, o cara de cartón, ya que solo tiene una expresión. La misma que usa para la confusión, la indiferencia, el miedo o el aturdimiento. Solo sabe abrir la boca mientras levanta una ceja. En el plano femenino tenemos a Zooey Deschanel. Si no fuera por sus bonitos ojos, quedaría aún más en evidencia ya que carece de dotes interpretativas. Sólo vale para comedias románticas, como 500 days of summer. Al resto del reparto ni lo nombro. Cuando terminé de ver la peli me sentí mal. Con eso lo digo todo.

Ahora ha dirigido Airbender: El último guerrero. No se si quiero verla, porque tengo miedo de que todo vaya a peor. No sé lo que haré.

La gente seguirá diciendo que Shyamalan es la nueva realidad. Para mí simplemente es la eterna promesa. Uno como tantos otros.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Uma: La novia, pies y sangre




Cuando la gente habla de Quentin Tarantino puedes oír dos cosas: Una: No me gusta, es muy malo. La otra: Me gusta, es muy bueno.

Yo creo que Quentin Tarantino es DIFERENTE. Algo que hoy en día se echa en falta, no sólo en el cine sino en otras industrias como la música, la televisión y sobre todo en la vida. Yo amo todo lo diferente. No me malinterpretéis, no es que me guste sentirme especial o distinto, no voy por la calle pensando que soy único y original. Al fin y al cabo, como diría un buen amigo mío, todo lo que ocurre es un REFRITO ORIGINAL (gracias por la frase, Salva). Pero de vez en cuando se agradece que aparezca alguien con una idea nueva en la cabeza. Y si no puede crear una idea nueva, reinventa una existente. Cuenta las cosas de una manera en particular, su manera personal y propia. Va cociendo el mismo barro que los demás pero a la hora de moldearlo es único. Por eso Tarantino me gusta. ¿Que le gustan los pies? Pues los pone. ¿Que le gusta la sangre? Pues la pone.

Entrando ya en materia vamos a hablar de Kill Bill (Vol. 1). Cuando le preguntas a la gente por qué le gusta Tarantino te dicen: ¡Hombre, pues por Pulp Fiction y por Reservoir Dogs! Vale, sí. Son grandes películas. Pero ¿Y Kill Bill? Kill Bill también lo es. Pero está infravalorada.

En Kill Bill prima la acción. Aunque yo opino que todo deriva del drama humano que sufre la protagonista. Su drama la lleva a la acción. Toda la película gira en torno a la venganza de nuestra rubia favorita. La venganza implica sangre, castigo, heridos y muertos. Es una venganza por todo lo alto. Pero Beatrix se lo merece. Cada vez que veo la película y hace daño a alguien solo puedo pensar: “Se lo merece. Ojalá acabe con todos”

¿Es curioso, no? ¿Cómo pueden crear un personaje que mate, cause dolor, destruya vidas y haga sufrir a los demás y aún así, estemos de su parte? ¿Cómo podemos querer que triunfe? Nos compadecemos de ella y nos unimos a su causa. Nos convertimos en los más empáticos del mundo y apoyamos su causa.

Pues todo esto pasa porque la obra es muy buena. Una trama argumental original. Eso es lo fundamental. El drama del inicio es una sucesión de hechos intensos que nos hará esperar con anhelo la segunda parte. Aunque quizá la película no te guste. Si te gusta la acción, visualízala de inmediato sin dudarlo, si no te gusta demasiado... bueno, lo puedes intentar.

Beatrix se puede convertir en tu rubia favorita, igual que es la rubia favorita de Bill. Aunque sea una asesina, lo hace con razones y motivos: A nadie le gusta que le disparen a la cabeza, y mucho menos el día de tu boda y embarazada de una niña.

Como dice Budd al final de la película: “Esa mujer se merece una venganza y, nosotros... la muerte”. Pues eso, esperamos que Beatrix pueda terminar su tarea y saciar su sed. Estoy seguro de que Dios la exculpará de sus pecados; en el fondo sólo es una buena madre.

Próximamente el desenlace: Kill Bill (Vol. 2)

jueves, 9 de septiembre de 2010

El perfume: Loco por tu fragancia



Tengo miedo de hacer esta entrada, tengo miedo de no poder explicar y transmitir lo que sentí cuando vi esta peli, lo que veían mis ojos y lo que pude percibir en el aire. Hay que verla para sentirlo, para experimentar como atraviesa la pantalla y te envuelve el aroma. ...Esta película trata del olor, de la fragancia. Es difícil hacer sentir un determinado olor a través de una pantalla...es muy difícil describir el olor de la podredumbre, del amor o del silencio con unas imágenes. Pero esta película lo consigue, y eso la convierte en una obra maestra.

Una de las cosas que más me impresionó de la película fue la primera escena: la gente mugrienta, el barro de las calles de París, el pescado podrido, las alcantarillas, la lluvia, la sangre de la madre... puedes olerlo todo desde tu butaca en el cine, desde el sillón de tu casa o desde donde sea que veas la peli. Mientras ves esta escena arrugas la nariz, te asqueas porque te llega el olor de la miseria humana. En cambio en la orgía final, abres las fosas nasales, cierras los ojos como los parisinos de la película, te dejas llevar y notas el olor de la hierba recién cortada, de un tazón de chocolate, del pan recién hecho o de tu ropa recién lavada, en definitiva: hueles el amor.

Un plano de Jean Baptiste te transmite sus sensaciones. El tiene una enorme capacidad, un don para distinguir olores que nosotros no conoceremos jamás, una capacidad inusitada para experimentar felicidad con cosas fuera de nuestro alcance. Pero la película es TAN BUENA, que cuando miras a Jean Baptiste el espectador también puede ser feliz con esas fragancias.

Jean baptiste pierde y olvida el olor de una chica, y hace lo que sea por recuperarlo. En esa parte, yo olía su angustia, su sufrimiento y su sudor frío cuando buscaba entre las montañas. Jean Baptiste se vuelve loco; a mí también me pasaría. ¿Quién no se ha girado cuando pasa una persona a nuestro lado, por la calle, con una fragancia que nos encanta, un olor que nos sorprende? ¿Quién no ha cerrado los ojos y ha sonreído cuando esa nube te golpea en la cara? Yo sí. Me pasa a veces cuando camino por la calle. Y se me queda cara de tonto. Pero me da un poco de felicidad. Lo mismo que con la película El perfume: sorpresa, cara de tonto y una inmensa felicidad por todos esos aromas.

Imprescindible verla antes de morirse.

Elemental, mi querido Robert


Vamos a empezar a darle vida a esto con una película relativamente reciente: Sherlock Holmes. Como se ve en la foto estoy hablando de la última versión, la de Robert Downey Junior. Y ¿por qué no? empezemos por Robert. En las películas como en la vida hay malos y buenos. Personas que caen bien, que tienen ángel o que te parecen simpáticos aunque no quieras. Para mi Robert es así. Este sujeto consigue atraer al público, captar su atención y consigue que nos pongamos de su parte. Queremos que triunfe, que sea un héroe, que resuelva el caso, que se quede con la chica... Sus rasgos principales son el aspecto desaliñado pero a la vez muy erótico-festivo, su rebeldía, desdén, inteligencia... Este tío enamora. Queremos que le zurre a los "malos" de la peli. Queremos que marque gol en la última jugada. Salvando las distancias (y que me disculpen los seguidores de Johnny Depp) es un modelo casi idéntico. Como fan incondicional de Johnny Depp admiro el poder de fascinación y atracción que logra con el público, y creo que Robert también está ganando ese puesto en nuestro corazoncito.

El acompañante, Watson. Jude Law lo hace de maravilla. Calificado hace años de niño de papá y chico rico y guapo pero sin cerebro, ahora ha callado muchas bocas. No es que se haya coronado con esta película pero a mi parecer, un trabajo soberbio y sigue en su buena línea. El orgullo británico no le abandona y le confiere aires de grandeza aunque sea "el hombre detrás del hombre" en la película.

La chica, (sí sí, ésa, la que tenía que conseguir antes Robert) interpretada por Rachel McAdams. Tan bella como astuta. Me fascinan las pelirrojas así que quizá estoy exagerando... Bromas aparte, cumple su función muy bien, buenos primeros planos de un rostro exótico, elegancia en la escena y ese toque pícaro. Tiene cara de mentirosa pero no puedes evitar creerla. Ser tan guapa es lo que tiene. Le queda bien el papel de Adler. Muy bien en líneas generales.

Todo esto se consigue a base de buenos planos, banda sonora increíble y estupenda (del creador de la música del Rey León) buena ambientación de la época para recrear el Londres de antaño y sobre todo, la personalidad de los actores. Los personajes más secundarios como puede ser el vampírico enemigo o el jefe del cuerpo de polícia, a pesar de ser un poco planos y arquetípicos están bien fundamentados y además, el entorno los mejora todavía más.

Escenas con persecuciones creíbles, peleas bien contadas y montadas en la escena, con buena disposición de los elementos, golpes creíbles... hacen cosas que nosotros podríamos hacer... nada de patadas aéreas, volteretas triples y saltar entre edificios. La ralentización y narración de la pelea inicial y el combate de boxeo son partes magistrales. Por último me gustaría destacar la deducción, el pilar fundamental de la obra. Existe una especie de amalgama entre la investigación que hace Grissom en CSI y la improvisación de un genio como el doctor Gregory House, esa mezcla hace que Sherlock sea tan perfecto.

Por todo ello califico la obra como una perla del cine actual sin necesidad de grandes despropósitos. Es fácil de ver, entretenida, en ocasiones incluso divertida y guarda el suspense hasta el final; aunque dura más de dos horas es casi imposible que te aburra.

Instrucciones de uso

Bienvenidos a Enfoque Lateral, el blog definitivo sobre cine que os enganchará tanto o incluso más que Belén Esteban. Este blog sirve para echar un ojo sobre lo que opino de algunas películas, luego me ponéis a caldo y así os desahogáis por vuestra calamitosa existencia...


El procedimiento es sencillo: yo publico mi opinión sobre la peli, vosotros me acribilláis con críticas en contra cual flechas de apache, poniendo en duda mi gusto y mis conocimientos, y por tanto, todos contentos.

Pues poco más que añadir. Cuando veáis algo que os guste comentad. Cuando no os guste también. Respondo a todo tipo de alusiones así que comentad y volved varias veces porque voy a responder a todo lo que se plantee.

Me abstengo de presentaciones más extensas y estupideces varias, no puedo empezar aburriendo al público. Sólo debéis saber que me llamo Felipe (las bromas con mi nombre están permitidas pero sin pasarse). Podéis usar el apelativo que os dé la gana para referirse a mi persona. Esto es un blog sobre cine. Y poco más.

Let's the battle begin! (o algo así era...)