Tengo miedo de hacer esta entrada, tengo miedo de no poder explicar y transmitir lo que sentí cuando vi esta peli, lo que veían mis ojos y lo que pude percibir en el aire. Hay que verla para sentirlo, para experimentar como atraviesa la pantalla y te envuelve el aroma. ...Esta película trata del olor, de la fragancia. Es difícil hacer sentir un determinado olor a través de una pantalla...es muy difícil describir el olor de la podredumbre, del amor o del silencio con unas imágenes. Pero esta película lo consigue, y eso la convierte en una obra maestra.
Una de las cosas que más me impresionó de la película fue la primera escena: la gente mugrienta, el barro de las calles de París, el pescado podrido, las alcantarillas, la lluvia, la sangre de la madre... puedes olerlo todo desde tu butaca en el cine, desde el sillón de tu casa o desde donde sea que veas la peli. Mientras ves esta escena arrugas la nariz, te asqueas porque te llega el olor de la miseria humana. En cambio en la orgía final, abres las fosas nasales, cierras los ojos como los parisinos de la película, te dejas llevar y notas el olor de la hierba recién cortada, de un tazón de chocolate, del pan recién hecho o de tu ropa recién lavada, en definitiva: hueles el amor.
Un plano de Jean Baptiste te transmite sus sensaciones. El tiene una enorme capacidad, un don para distinguir olores que nosotros no conoceremos jamás, una capacidad inusitada para experimentar felicidad con cosas fuera de nuestro alcance. Pero la película es TAN BUENA, que cuando miras a Jean Baptiste el espectador también puede ser feliz con esas fragancias.
Jean baptiste pierde y olvida el olor de una chica, y hace lo que sea por recuperarlo. En esa parte, yo olía su angustia, su sufrimiento y su sudor frío cuando buscaba entre las montañas. Jean Baptiste se vuelve loco; a mí también me pasaría. ¿Quién no se ha girado cuando pasa una persona a nuestro lado, por la calle, con una fragancia que nos encanta, un olor que nos sorprende? ¿Quién no ha cerrado los ojos y ha sonreído cuando esa nube te golpea en la cara? Yo sí. Me pasa a veces cuando camino por la calle. Y se me queda cara de tonto. Pero me da un poco de felicidad. Lo mismo que con la película El perfume: sorpresa, cara de tonto y una inmensa felicidad por todos esos aromas.
Imprescindible verla antes de morirse.