jueves, 4 de noviembre de 2010

Una chica como ésa nace con novio



Tengo un amigo de 33 años. La situación en la que lo conocí no era la propicia para la amistad. Pero muy pronto se convirtió en un colega, aún cuando el contexto de nuestros primeros encuentros no acompañaba. Y ahora es mi amigo. Una de sus pasiones son las mujeres. Las idolatra y venera, son una parte importante de su vida y tiene muchas amigas, y se merece tener más aún. Las trata con afecto y siempre tiene un gesto amable para ellas. Todo un CABALLERO. Otra de sus pasiones es la música, y me recomienda escuchar grandes grupos como La Costa Brava, con grandes temas como Treinta y tres. También hablamos de cine, y me recomienda ver grandes series o películas como Beautiful Girls. Y juntando todas estas cosas podemos resumir la película de hoy en el estribillo de esa gran canción: "...Yo tengo 33 y tú eres casi una menor..."       Gracias, Salva.

La película de hoy es una sencilla obra de arte. Respira feminidad, sensualidad, pasión, pureza y juventud. Mujeres guapas, mujeres bellas y mujeres no tan bellas, pero con unos diálogos y unas MENTES tan suculentas que siguen siendo irresistibles. Rindámonos y relajemos el espíritu ante este gran elenco y esta gran historia. Sólo necesitamos ver y escuchar.

Una impresionante Natalie Portman que convencería al más resistente, al más acorazado y al más hermético de los hombres para que la siguiera hasta el fin del mundo. Uno de los mayores poderes de persuasión que he visto en el cine, además agrandado por la virtud de la juventud. Con 15 añitos, un auténtico diamante listo para empezar a ser pulido y convertirse en la gran actriz que es hoy.

Mi querida Uma Thurman, otra bomba en la pantalla que interpreta su papel de chica mala para luego revelar que es una romántica empedernida, lo cual me hace quererla aún más. Lástima su poco tiempo en escena.

La desatada con pelo rojo, muy sensual, infiel y picante Lauren Holly. Se merece nombrarla, sólo por estar ahí. Junto a Mira Sorvino, comedida y leal, que cumple su cometido.

La exuberante Rossie O' Donnell. Casi todo lo que escapa de su boca son verdades como puños. Gigantescas y mordaces, cargadas de razón, y que nadie se la quite, porque menuda es ella. Aboga por la belleza natural y sanciona a los “monstruos de la belleza”. El plástico es una mentira. La carne humana no miente. Aunque sólo se equivoca en una pequeña cosa (A veces el hombre se compromete, os lo aseguro... Ya sabéis chicas, apuntadlo).

Con esto ya tendríamos un gran éxito, pero también hay chicos, y de los buenos. Actores que siempre tienen algo que decir. Noah Emmerich y Matt Dillon son dos de los grandes, totalmente opuestos, uno como padre de familia y otro como golfo sin remedio. Pero con grandes papeles ambos. Pero especialmente me gusta el papel del pelirrojo Michael Rapaport, y su discurso sobre las supermodelos como PROMESAS envasadas con zapatos de tacón, es algo para ver más de una vez. Cómo él dice: “Si ya sabe comer sola, ¡a por ella!”

La mayoría de los personajes están llenos de sentimientos y de potencia interpretativa, muy buen trabajo de casi todos los actores. Soberbio.

En definitiva, una MUY buena película de los maravillosos años 90'. No con una frase inolvidable, ni dos, sino con decenas de ellas. Escenas largas en las que cada palabreja es una alabanza a la feminidad, un cántico a la belleza femenina.

Buenas noches, dulce niña.