sábado, 2 de octubre de 2010

Black Pearl




“¿Sabes cuál es la diferencia entre tú y yo?
¿Cuál?
Que yo hago que esto luzca.”

Cuando Will Smith aparece en una peli es sinónimo de éxito. No en vano es el actor de Hollywood que mayor rentabilidad consigue. La proporción de beneficio que consigue en sus películas respecto a su sueldo no deja lugar a dudas. Es el más competente, el que más gusta.

Hoy voy a hablar de uno de sus títulos "menores". Quizá un poco minusvalorado o desprestigiado por ser menos reciente. La poca memoria colectiva está a la orden del día y mi generación peca de olvidar muy pronto a las viejas glorias de cualquier dominio. Men in Black es una buena película. Acabo de enterarme que la tercera parte está encargada para 2012 pero eso ya se verá. Vamos al asunto, que es hora de matar bichos.

Me gusta el papel de policía neoyorquino. Hay cientos de miles de películas con cientos de millones de actores que hacen este papel. La película empieza muy bien ya que el policía es como yo quiero que sea: atrevido, valiente, bromista y sobre todo, negro.

Aunque pronto se convierte en un Hombre de Negro. Ya no será nunca más un policía corriente, ahora es un tipo de incógnito. Trabaja para ocultar secretos aunque el agente J lo convierta todo en un circo. El agente K no logra meterlo en cintura y las situaciones son muy divertidas. La trama y la historia son lo de menos. Es suficiente con el poder de atracción que nos ofrece la organización secreta: extraterrestres, asuntos del gobierno, armas futuristas, ¿¿bichos asesinos del espacio?? No se puede negar que es divertido.

 

Los dos co-protagonistas engarzan a la perfección. Son tan diametralmente opuestos que se combinan demasiado bien y crean un solo perfecto. Negro y blanco, joven y viejo, dicharachero y formal, despreocupado y sesudo. Uno + Uno =  Un ser completo.

Tommy Lee Jones es un viejo gruñón, arisco y estúpido. Pero este sujeto sabe lo que hace. En la película es un hombre hecho a sí mismo. Ojalá fuera mi abuelo.

Will Smith no es un rico al que odias. Es un famoso de los que quieres ver en los programas como invitado. Este hombre es un depredador del cine. Cualquier cosa le sienta bien. Podría ser suizo. Por aquello de la navaja "multiusos". Lo mismo aparece en plan acción (Yo Robot, Soy Leyenda) que lo vemos actuando en dramas (En busca de la felicidad, Siete Almas). Pero los mejores papeles son aquellos en los que se permite los chistes, como en Men in Black. Necesita gastar bromas y provocar risas. Y le sienta de fábula. En la película se queja porque los malos dan asco, porque quiere una pistola más grande, porque no le dejan conducir el coche o porque quiere su propio aparato para borrar memorias... pero nunca pierde la sonrisa. No desaparece el chascarrillo ni el tono humorístico nunca.

A veces es como si todavía lo viera como el carismático y jovial príncipe de Bel-Air. Los ESPÍRITUS alegres como Will nunca mueren. Son inagotables.