miércoles, 5 de enero de 2011

El gato de Schrödinger no muere en la caja; sólo es la cuarta vez que pierde el conocimiento.



Jude Law y Forest Whitaker. Buena dupla. Inglés, elegante y guapetón el  primero. Afroamericano estadounidense, elegante y con cierto encanto el segundo. Sea como sea, potencia interpretativa. También hay una brasileña, Alice Braga, que lo hace bastante bien. Y por último como papel relevante en la obra está Liev Schreiber, que nació para ser villano.

Repo Men es una de esas películas que descubrí a principios de año en la televisión. Un programa de esos de avances cinematográficos, de cómo se rodó, detalles, próximos estrenos, etc. Pues ya la había olvidado cuando por casualidad tropecé con ella hace poco, volví a ver el trailer y dije, allá voy.

Yo terminé la película y terminé muy contento. Cómo primera impresión realmente fue sorpresiva. Media hora después de ver la película y tras leer diferentes críticas y opiniones estaba cabreado. Cabreado con el puritanismo de la gente que se queja de vicio. Hablan de esta película como una copia de una ópera rock con la misma temática, la comparan con Blade Runner, se quejan de que es igual que una novela con el mismo nombre, a lo que yo digo, obviamente, que está basado en la novela, nadie ha dicho lo contrario, no hay que exaltarse. No es un guión original. Incluso la acusan de parodiar en ciertas escenas a Oldboy, película surcoreana.

Pues bien, todo esto me da igual. Es una historia, es interesante, han hecho lo posible por contarla desde otro punto de vista y para mí el resultado es bueno. El año pasado aprendí que en realidad no hay nada nuevo. Para los que me entiendan: REFRITO ORIGINAL (o historicista). No existe la originalidad, no existe lo nuevo. Todo lo que pensamos es fruto de otras cosas que ya hemos leído, visto u oído; eso sí, en diferentes combinaciones. De verdad que me alegro cuando llega alguien con una idea nueva y la pone en el cine. Pero no podemos pretender que todo sea nuevo, todo son versiones, precuelas, secuelas, adaptaciones o cualquier otra cosa. Pero eso no tiene que ser malo.

En cuanto al argumento de la película, como digo, es algo novedoso. La película tiene un poco de bache. El principio es genial. Un buen giro de la historia que te anima a seguir. Aproximadamente a la hora de la película se atasca un poco en una huida continua, pero los sucesos finales hacen que remonte de nuevo y acabe muy alto. Los últimos 20 minutos tienen un toque gore que me ha dejado una sonrisa en la cara. El final es una fantasía genial, un verdadero sueño hecho cine.

He llegado casi al final y no he hablado de los artifórganos. Los Repo Men se dedican a recuperarlos. Son órganos prestados y si no puedes pagarlos estos simpáticos agentes van, te rajan en canal desde la clavícula hasta la pelvis y recuperan lo que es suyo. Es simple. El tratamiento de la sangre y de la carne es especialmente remarcable, un buen trabajo. Me recordó a Tarantino en sus mejores momentos de violencia en Kill Bill o Malditos Bastardos.

Por todo esto Repo Men es interesante. Un buen giro en la historia, 20 minutos finales con una banda sonora impresionante que aporta a las escenas sensualidad, un último aliento que descoloca y, sobre todo, la posibilidad de descubrir cuántos corazones hacen falta para bailar un mambo en un charco de sangre.