Edward Norton ha participado en películas que hoy día considero básicas en la historia del cine. Y si ha sido parte de esas películas de culto, será por algo. Sabe hacer dos papeles tan distintos y ambos tan logrados que dan ganas de hacerle un monumento. De repente llegaron esos dos años maravillosos de este fabuloso actor. En 1998 American History X y sólo un año después El club de la lucha. Con American History x se le escapó el Óscar al mejor actor a nuestro querido Norton, pero solo porque pasaba por allí Roberto Benigni con su increíble interpretación en La vida es bella. Ese año el Óscar debió de partirse en dos, un trocito para cada uno.
American History X es todo un documental. Porque te enseña lo que te pasa cuando eres malo. Es una de esas películas con moraleja, con mensaje, con segundas intenciones y todo lo subliminal que cada uno pueda inferir de las escenas en blanco y negro. Otra vez el blanco y negro en una película, y otra vez está justificado: es por algo. La mayoría de cosas importantes están así, sin color, para que sólo prestes atención a lo que dicen, a lo que hacen; para que mires los ojos ciegos de Norton. Él... que presume de abrir los ojos...
Derek es un neonazi. Es una raza superior... o eso cree él. Discursitos por allí, discursitos por aquí. Y repitiendo una y otra vez la perorata, se convence él mismo de que lo que dice es verdad. Por desgracia, logra convencerse a sí mismo y a cuatro idiotas que van con él. Desgraciadamente otra vez, involucra a su hermano pequeño en ese mundillo fecal, en esa amalgama de detritus que lleva por bandera una cruz gamada y que sólo entiende de odio, racismo y puños americanos. Se siente un Dios, se siente un rey, pero no se puede jugar a ser un vaquero (siempre BLANCO) justiciero y tomar libertad de acción.
Casi todo se paga en esta vida, y a veces se necesita recibir una buena tunda y ver como todos esos BORDILLOS te rebotan a ti. Derek entra en la cárcel y sigue convencido de su ideología. Pero poco a poco pasa por un proceso de iluminación. Recibe POR TODOS LADOS, ve como los latinos se mezclan con los arios por la droga, descubre que todo es una patraña, que los ideales no existen y lo que prima sobre el resto es el interés, que el odio lo ha llevado a una vida miserable en la cárcel y que se está pudriendo y su única diversión es un partido de baloncesto. Menos mal que al final se quita la venda.
Casi todo se paga en esta vida, y a veces se necesita recibir una buena tunda y ver como todos esos BORDILLOS te rebotan a ti. Derek entra en la cárcel y sigue convencido de su ideología. Pero poco a poco pasa por un proceso de iluminación. Recibe POR TODOS LADOS, ve como los latinos se mezclan con los arios por la droga, descubre que todo es una patraña, que los ideales no existen y lo que prima sobre el resto es el interés, que el odio lo ha llevado a una vida miserable en la cárcel y que se está pudriendo y su única diversión es un partido de baloncesto. Menos mal que al final se quita la venda.
Cuando sale de la cárcel es otra persona. Ha pasado la expiación divina, ha sido perdonado e intenta cambiar lo que estaba mal. Se intenta apartar de su antiguo mundillo pero todos reclaman a su antiguo dios. Aún así, no es tan fácil. Los ambientes enrarecidos dan asco, y aquel tugurio donde se forja el odio de su hermano, donde antes él subía al estrado dando discursos de cómo y dónde golpear a un negro, se convierte en el infierno. Intenta sacar a su hermano de allí, pero su hermano se ha convertido en lo que era él, y quizá necesite un proceso de expiación que nunca tendrá.
La película tiene una parte final que es lo que más me gusta, y a la vez lo que te hace bajar los pies al suelo, patear la grava y comprobar que la caída es dura, cuando se sube demasiado. Un golpe que entumece los músculos y astilla los huesos. Cuando crees que todo va a salir bien, cuando parece que las cosas tienen arreglo, el momento final de la obra nos demuestra que casi siempre, lo que mal empieza, mal acaba, y debemos enmendar cuanto antes nuestros errores, porque a veces alcanzan tal gravedad que no tienen vuelta atrás.
Acabo con esta obra maestra y dejo para el final a Lamont. Un negro que está en la cárcel y que controla los calzoncillos... Para mí, un ideal de grandeza que en teoría tiene un papel testimonial simplemente, pero no puedo dejar de pensar que es la clave de la película. Lamont, ese hombre que nos recuerda, que todos somos iguales, con sábanas blancas o sin ellas.
La vi hace ya dos años, y no me llamó la atención. No por que sea mala, pues es una excelente película, con un gran trasfondo moral. Es raro ya que las películas con esta temática me atraen, pero sinceramente no se que ocurrió con ésta en concreto...
ResponderEliminarMuy buena crítica. He de reconocer que me has sorprendido, pensaba que el resultado sería diferente. Eso me ha gustado, y mucho.
Gran final tío¡. Nos vemos en la próxima.
Joder. Estaba viéndola y me tocan la puerta. Un sábado por la noche. A mi vecina le dio un infarto.
ResponderEliminarMomentos de la peli. El cuarto de baño del final, y todo lo demás.
Pero me quedo con el club de la lucha (porque está en color, por supuesto).
El club de la lucha es...
ResponderEliminarMejor.
Deberias empezar a escribir también, al margen del cine.
;)
Alberto, más que excelente yo diría obligatoria..
ResponderEliminarSalva, el club de la lucha me encanta, pero se pasan un pelín, sólo un pelín, con la denuncia social...
Anele, lo mismo que a Salva, me gusta el club de la lucha, pero donde se ponga el racismo, que se quite lo demás...
ya escribo... desde siempre,desde que tengo memoria, al margen del cine y sobre todo, sobre cualquier tema, poesía, fantasía, novela...algun día verán la luz esas composiciones, no se cuando...
El club de la lucha es una película genial pero no se pueden comparar dos pelis sólo porque sale el mismo protagonista.
ResponderEliminarA mí me impresionó mucho American history X, me encantó, sólo que ahora soy incapaz de recordar el final (chívamelo).
Normalmente no me corto a la hora de hacer un spoiler, pero prefiero que la vuelvas a ver, aunque solo sea esa escena, en Youtube se encuentra facilmente, aunque si la ves de nuevo no pasa nada.
ResponderEliminarA mi si me gusta compararlas, las dos son buenas, pero lo digo otra vez, el racismo... es lo que es.
Al final resulta que sí que he visto esta película, y aunque no recuerde exactamente toooodo lo que pasaba, sí que me acuerdo de que me gustó mucho. Eso sí, te dije que el Norton me parece un poco insípido, no sé por qué, pero no me acaba de convencer. Eso sí, la película es, aunque fuerte, buena, y aunque en eso tengan mucho que ver los actores, hay que saber dividir ;)
ResponderEliminarLa del club de la lucha no la he visto, aunque la tengo en mi lista esa de la que te hablé :P
Yyyy que sepas que el penúltimo párrafo me ha encantado, porque tienes toda la razón (y además te ha quedado todo poética x) ).
Siempre viene bien terminar un trabajo con una cita, Derek dice que siempre hay alguien que lo ha hecho mejor que tú y que si no puedes superarlo, róbaselo y aprovéchate: "No somos enemigos, sino amigos, no debemos ser enemigos. Si bien la pasión puede tensar nuestros lazos de afecto, jamás debe romperlos. Las místicas cuerdas del recuerdo resonarán cuando vuelvan a sentir el tacto del buen ángel que llevamos dentro".
ResponderEliminarLo que está claro es que esta película no puede dejar indiferente a nadie. Yo la vi por primera vez en la asignatura de ética cuando todavía estaba en secundaria y hay detalles que jamás se borran de la memoria. “Acción, reacción, repercusión” fue una de las primeras cosas que me vinieron a la mente conforme se desarrollaban los hechos, y no por haber estudiado ciencias de la tierra (vaya una broma cutre xD) sino porque desde el principio se ve que esa actitud no le puede deparar nada bueno ni a él ni a su familia. Por un momento me emocionó ver cómo había cambiado su actitud al salir de la cárcel, aunque su hermano hubiera seguido sus pasos por el mal camino. Siempre queda un atisbo de esperanza en cuanto al triunfo de la felicidad en los finales de las películas, al menos en mi caso. Siempre quiero pensar que las cosas van a acabar bien y, sinceramente, en aquel momento no podía imaginarme que aquél fuera el final. Esperé a que el hermano pequeño milagrosamente se curara y todos aprendieran la lección, como suele ocurrir en las películas para niños. Luego comprendí que el final debía ser ese, no porque me pareciera justo ni mucho menos, sino porque comprendí que esas personas sólo aprenden las lecciones a base de golpes duros que les da la vida. Yo también dejo a Lamont para el final, Felipe. Opino que tiene un papel fundamental en la película, que influye profundamente en la opinión de Derek, las escenas de las sábanas y los calzoncillos son muy grandes, por no hablar de su “interpretación orgásmica”. Me encanta esta película y, aunque suene un poco friki, ojalá pudiera olvidarme de ella y volver a verla como si fuera la primera vez (igual que me pasa con libros y momentos determinados)
“Supongo que ahora debo decirle lo que he aprendido, mi conclusión. Pues mi conclusión es que el odio es un lastre, la vida es demasiado corta para estar siempre cabreado. No merece la pena.”
Gracias Felipe por recomendarme películas y, especialmente, por publicar estos “análisis” que considero tan interesantes como inteligentes.
"ojalá pudiera olvidarme de ella y volver a verla como si fuera la primera vez"
ResponderEliminarTu no necesitas citas de nadie, tus palabras valen más que las de los eruditos, y esta frase me ha dejado unos 15 minutos embotado...
Gracias a tí por comentar: los corazones ajados restañarán la sangre y renacerán glorificados y plenos de alegría.
El comentario por sí solo es una crítica genial de la película. Me gusta mucho todo lo que dices, ésta es tu casa, eres bienvenida y se te espera con ilusión.
Ha merecido la espera, aunque sólo sea por este comentario. Hope it won't become your last visit here!!!
Gracias 1st, muchas gracias.